Salem fue encontrado una fría tarde detrás de un contenedor de basura. Su cuerpo estaba devastado, con una fractura terrible en la columna que le impide caminar bien. Además, las secuelas de su lesión son severas: su pata afectada no le permite moverse con normalidad, y no puede controlar su esfínter, lo que le hace perder las heces constantemente. La vida en la calle lo había destrozado, pero aún con todo su sufrimiento, en el momento en que lo vi, supe que no podía dejarlo allí.
Desde entonces, Salem está bajo mi cuidado. Su situación es grave, y no solo su fractura en la columna le impide caminar correctamente, sino que su cuerpo requiere atención constante debido a la pérdida de control sobre su ano. Esto significa que Salem necesita cuidados continuos, ya que debe ser limpiado frecuentemente para evitar infecciones y mantener su bienestar.
El camino por delante no es fácil, pero Salem demuestra una voluntad de vida impresionante. Cada día, luchamos para mantener su salud lo más estable posible, mientras su cuerpo trata de adaptarse a su nueva realidad. Pronto, se le realizarán los procedimientos necesarios para ver si es posible mejorar su calidad de vida o si es necesario tomar decisiones más drásticas.
A pesar de las dificultades, Salem nunca deja de mostrar un espíritu increíble. Aunque las circunstancias son duras y su vida depende completamente de los cuidados humanos, su determinación es inquebrantable. Lo que más me importa es que, mientras siga luchando, se le dé la oportunidad de vivir con dignidad, con el amor y la atención que necesita para tener la mejor calidad de vida posible.
Salem no tendrá la independencia que alguna vez imaginó, pero tiene lo más importante: un lugar seguro, lleno de cariño, donde pueda descansar y recibir los cuidados que su cuerpo tan frágil necesita. Aunque su camino no sea fácil, su historia sigue siendo un testimonio de valentía y amor.